Monday, July 28, 2014

Hoy por ser mi cumpleaños...



Pienso que nos perdemos mucho en el logro de metas. Las Metas desde la perspectiva del trazo de nuestras vidas. Lo que o nos proponemos, o nos toca lograr. Yo siempre me he propuesto, antes de que me toque, para al menos no tener a nadie a quién echarle la culpa. Me ha ayudado a poner mucha atención. El dilema es no perder de vista en dónde estamos poniendo nuestra atención, la cual debería siempre estar experimentada en tiempo presente, y con los ingredientes que tengas a la mano; una larga experiencia, es el cofre del tesoro. El privilegio es seguir haciendo camino. Pero no pensando que al cabo de la meta exista una recompensa, porque sino cuando llegamos a una meta, añoramos el pasado. Cuando me casé, no lo hice con la meta de la boda en mente, sino en el camino que Aquella y yo queríamos recorrer, y aquí vamos, de la mano (en público, en privado, y algo más...).

Volver al camino para repetirlo cada vez mejor, es una mejor meta, porque en seguirlo haciendo está el presente. Ir de la mano implica estar de acuerdo en dicho camino, y las metas no son lo más relevante, ni mucho menos.

Hacerte de un trayecto es el premio, no la meta; la meta es una mera parada, en el discurso que hagas de tu vida. Si te bajas en la primer parada, y no te subes a otra meta, ¿qué te quedas haciendo, más que añorando lo que fue y pensando en qué harías mejor si lo hicieras de nuevo. Eso dicen todos, pero no todos hacen lo que dicen, y mucho menos lo que añoran; lo dan por perdido en un pasado que quedó inconquistable.

Porque muchos que ya vivieron el trabajo que cuesta hacer algo grande, con éxito, padecen más el miedo a no poderlo superar, que a la aburrición de vivir con el pasado encima, ciegos del futuro.

A algunos eso es lo que nos atrae; superar el miedo a hacerlo; como nadar con tiburones una vez tras otra, o nunca más, o ser matador de toros y seguir o no, saliendo al ruedo... O cambiar las reglas del mercado de las telecomunicaciones de un país, como México, desde la posición de “el competidor”, o sumarte al mercado impávido.

Ese “competidor” es el que trae otra visión, que por descontado deberá ser mucho más alineada a las expectativas de dicho mercado, aunado con la creación de nuevos mercados y nichos, los cuales hoy en día pueden sorprender a los más actualizados expertos en la materia...

A quienes nos importa seguir por el camino, lo que más nos debe importar es aventarse. Mi suegro remataba un parlamento suyo con: “¡Aviéntese!, ¡Aviéntese..!

Y cuando resuelves agarrar de nuevo camino, descubres que todo lo de antes, se vuelve presente, porque lo puedes hacer mejor, ahora que sabes qué fue lo que pasó antes, y lo que harías ahora. Lo puedes cambiar, hoy. En lugar de lamentarte echando de menos lo que hiciste antes.

Y yo por eso, hoy que es mi cumpleaños he decidido subirme de nuevo al animal; que me tumben los años, pero nunca los fracasos...

aldomonteforte
Vancouver, Mayo 4, 2014